Objetivos en esta sesión:
- Analizar situaciones cotidianas: observar qué hacen nuestros hijos y por qué.
- Desarrollar nuevas estrategias de actuación que favorezcan la comunicación y faciliten llevar a cabo las rutinas.
COMUNICACIÓN EN ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA
- Cualquier momento de la rutina diaria es bueno para trabajar la comunicación con nuestros hijos. Pero, si aprovechamos los momentos o situaciones en los que ellos están más interesados, la probabilidad de éxito es mayor.
Recordando las habilidades que debemos desarrollar para comunicarnos con nuestros hijos:
- OBSERVAR: los sentimientos y necesidades.
- ADAPTARNOS para compartir el momento.
- IDENTIFICAR E INTERPRETAR conductas: atribuyo significado.
- ENRIQUECER sus experiencias.
Os proponemos un ejercicio de análisis de dos situaciones que discurren en el ámbito familiar y debemos proponer estrategias para enriquecer la comunicación con estos niños. Para facilitaros el análisis os vamos a dar las siguientes pautas:
* Observar: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
-¿Qué hace el niñ@ ?
-Si muestra interés . ¿Cuál es su interés ?
-Si se muestra impaciente,
se angustia, muestra rechazo,
se frustra…
-Cómo lo manifiesta:
grita, llora, se mueve…
-¿Mantiene alguna
interacción con el adulto ?
* Interpretar: ¿QUÉ INTERPRETACIÓN
HACEMOS DE LA SITUACIÓN?
* Comportamiento del adulto: ¿QUÉ HACE EL ADULTO?
¿CÓMO DESCUBRIR AL OTRO?
VÍDEO 1
Estas fueron vuestras REFLEXIONES:
- El interés del niño se centra en el movimiento y en pulsar el botón del lavavajillas.
• - Sus movimientos no responden a un baile, se mueve y se excita cada vez más.
• - Los movimientos repetitivos no responden a una interacción, ni tampoco reacciona a las indicaciones de la persona que está con él.
VÍDEO 2
Estas fueron vuestras REFLEXIONES:
- No hay juego funcional. Su interés se centra en alinear, no realiza juego simbólico con los platos, cucharas, vasos…
- Aparece la frustración y el enfado.
- Las acciones realizadas no tienen fin, es un acto reiterativo.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
- Aprovechar sus intereses para generar interacción. Situarnos en su campo de visión. Llamarle la atención con algún objeto: produciendo un sonido (efecto sonoro), mostrando el objeto en movimiento (efecto visual)... Realizar gestos con nuestra cara, producir sonidos con nuestro cuerpo, sonreir, establecer juegos de cachorreo, escondernos y aparecer, acercarnos y alejarnos... Empezamos a formar parte de su juego y poco a poco vamos introduciendo cambios y dando funcionalidad, sentido a lo que hace.
Por ejemplo, en el primer vídeo: podemos empezar dando vueltas con ella y a una orden nuestra paramos: "Alto". Al principio no lo entenderá pero llamará su atención, si lo hacemos varias veces terminará comprendiendo el juego y disfrutaremos juntos.
Por ejemplo, en el segundo vídeo: le damos poco a poco los objetos para meternos en su juego, que nos tenga en cuenta. En un momento dado ponemos uno boca abajo, o lo escondemos y le pedimos que lo busque ¿uy dónde está?. Igualmente, al principio puede enfadarse pero si insistimos, llegará un momento que entenderá el juego y habremos conseguido que nos descubra.
- Entender que estos comportamientos responde a su forma peculiar de interpretar el mundo, donde las sensaciones sensoriales (tacto, gusto, oído, movimiento, vista) condicionan su respuesta. Hay niños con hipersensibilidad o hiposensibilidad a determinados estímulos del medio que les rodea y eso provoca reacciones que nos pueden parecer difíciles de entender. Comprender sus preferencias sensoriales nos ayudará a entender sus comportamientos y nos dará idea de cómo podemos ayudar a nuestro hijo a comunicarse.
Por ejemplo, un niño que se pasa el día corriendo por la casa, subiendo a las alturas...nos está manifestando que es hiposensible al movimiento y necesita una gran cantidad de esa sensación para estimularse. Por eso son niños especialmente activos. Nosotros tendremos que "engancharnos" a esos comportamientos para que nos descubra y darles sentido (le perseguimos: "que te pillo, corre, corre" y poco a poco intentamos que sea al revés).
Por ejemplo: un niño que se tapa los oídos cuando oye la aspiradora nos está manifestando que es hipersensible al ruido y que la estimulación sonora que está recibiendo es excesiva par él, por eso, intenta bloquear la entrada del sonido. Tendremos que enseñarles a tolerar estas situaciones, se lo anticipamos y le alejamos de la situación (en una habitación lejos de dónde se está produciendo la acción). Poco a poco, le iremos acercando.
SITUACIONES COTIDIANAS
El adulto quiere:
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El niño:
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-Es
la hora de irnos a la escuela, le llamo para que venga a ponerse el abrigo.
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El niño se muestra inmutable, continúa entretenido con lo que estaba
haciendo.
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-Nos
toca comer. Le ponemos su plato de comida.
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El niño aleja o tira el plato de comida.
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Estamos viendo la televisión, sus
dibujos preferidos. Apagamos la tv.
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El niño instrumentaliza al adutlto, insistiendo en que vuelva a encenderla.
Manifiesta su enfado
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- Hemos ido al parque y tenemos que regresar a casa.
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-El
niño no quiere, prefiere seguir con su juego.
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Vamos a analizar distintas situaciones de la vida diaria, pueden ser las anteriores o aquellas que vosotros estéis viviendo.
- Dificultades con la comida:
- Siempre al inicio de la comida rechaza automáticamente las primeras cucharadas. ¿Qué hacemos? Tendremos que tener en cuenta lo que dijimos anteriormente, la hipersensibilidad de algunos niños a las texturas, olores de las comidas, a los sabores...). Esto puede estar provocando una inflexibilidad.
- Dificultades para coger la cuchara. ¿Qué hacemos? La cuchara es un elemento extraño para ellos por eso tienden a comer con las manos.
- Cuando no le gusta la comida, tira el plato. ¿Qué hacemos? Le ofrecemos una conducta alternativa y nos anticipamos. Introducimos los alimentos conflictivos (tortilla por ej.) en pequeñas cantidades y posteriormente le ofrecemos una recompensa, algo que le guste. Es recomendable no mezclar alimentos porque el engaño provoca mayor enfado.
2. En el parque:
- Se enfada en el momento que nos tenemos que ir. ¿Qué hacemos? Vamos anticipando el momento de la marcha con palabras y animándole a recoger los juguetes. Le enseñamos alguna cosa de casa que le gusta (película de Pepa Pig) que podrá ver cuando lleguemos (creamos una rutina que le ayude a anticiparlo para la próxima vez). Al principio pueden enfadarse mucho pero a medida que lo interiorizan, empiezan a anticipar la situación, saben lo que viene luego y empiezan a aceptarlo.
REFLEXIONES:
- La rutina es importante porque ayuda a estructurar las actividades, a secuenciarlas en el tiempo y que poco a poco vayan anticipando lo que va a ocurrir. Esto le ayuda a comprender mejor lo que sucede a su alrededor y le proporciona seguridad. Posteriormente, iremos introduciendo pequeños cambios.
- Es recomendable anticipar lo que vamos a hacer apoyándonos en claves visuales (fotos, pictos, gestos...) ya que muchos de estos niños son aprendices visuales. Nuestro objetivo final es la autonomía, por lo tanto, debemos equilibrar las ayudas: si puede hacerlo solo, sin pistas visuales significa que está en otro nivel de comunicación (ya comprende el lenguaje).
- Estaremos muy pendientes de sus gestos, su expresión facial... porque nos da información sobre la actividad realizada (está disfrutando, le gusta o la rechaza). Aprovecharemos estas situaciones para generar situaciones de comunicación, bien fomentando que nos lo pida porque le gusta o protestando, diciendo "no" cuando no le agrada. Para algunos niños, una de las primeras formas de que interaccionen con nosotros es generando situaciones que le pongan en situación de pedir o rechazar.
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