La respuesta que damos a nuestros hijos
2. Analizar nuestras respuestas a las necesidades de nuestros hijos.
- Comenzamos la sesión visionando el vídeo "El regalo de Sofía" que muestra cómo esta pareja ha atravesado las diferentes fases de duelo y ha hecho los ajustes necesarios para rehacer su proyecto de vida. ¿Qué nos sugiere a nosotros?¿Nos sentimos identificados?.
- Estas son vuestras REFLEXIONES:
- La discapacidad no está reñida con la felicidad.
- No hay que centrarse en las limitaciones, sino en las capacidades.
- La importancia de tratar a los niños cuanto antes, estimularlos…
- El vídeo resulta muy agradable y positivo, si bien, se comenta que las cosas pueden cambiar cuando los niños sean mayores. Importante estar centrados en el “aquí y ahora” para no mantener creencias que nos angustien y debiliten de cara a un futuro que no sabemos cómo va a ser.
- A veces, sólo vemos el diagnóstico, sin fijarnos tanto en el niño…
- Lo importante que son las palabras, cómo se dicen las cosas… sobre todo si provienen de determinados profesionales.
- Mantener contactos con las Asociaciones puede ayudar mucho.
- Las familias de los niños con necesidades se enfrentan a las mismas incertidumbres que el resto de familias: dudas de cara al futuro, escolarización adecuada…
- Aunque la evolución de los niños con necesidades va “a otro ritmo”, atraviesan los mismos momentos críticos en su desarrollo que cualquier otro niño: oposicionismo, confrontación con los padres cuando son más mayores, querer ser mayores... hacer las cosas solos (o por el contrario, que se lo hagan todo…), picardía para conseguir sus propósitos…
- Tener un hijo con necesidades te hace ver con más claridad “el fondo de las personas de alrededor” y descubrir una nueva escala de valores.
- Momentos más agradables con nuestros hijos
- Momentos de mayor dificultad
- CONCLUSIONES:
- Los aspectos que más inquietan de los niños que tienen dificultades son comunes en la infancia. Los niños con necesidades necesitan más tiempo y comportamientos como rabietas y otros comportamientos “disruptivos” varían en frecuencia e intensidad.
- Es importante equilibrar los diferentes momentos y necesidades por las que pasan tanto los padres como los hijos.
- Observar a los niños, observar cómo aprenden, continúan siendo aspectos claves para poderles ayudar.
- Un aspecto relevante es que los padres lleguen a acuerdos para actuar con los hijos y poder delimitar claramente los límites.
- Las rabietas hay que entenderlas y afrontarlas dependiendo de cada niño y su contexto. Las rabietas pueden ser una forma de expresión (una forma de comunicar), un aspecto inherente al momento evolutivo…
- Las respuestas de los adultos ante las rabietas tiene que ser coherentes con el tipo de rabieta:
o Si
es rabieta de frustración: podemos responder tranquilizando con actitud
cariñosa al niño, acomodar nuestra postura corporal (ponernos a su altura), ser
coherentes con los gestos y palabras.
o Si
es una rabieta para conseguir los deseos: puede ser oportuno retirar la
atención, fijar límites, enseñarle otras formas de pedir, de canalizar el
disgusto…
o Si
el niño está experimentando con las rabietas, es oportuno reconducirle, poner
límites, distraerle…
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