- Identificar y reflexionar sobre los distintos estilos de comunicación.
- Analizar las situaciones de
comunicación, reconociendo los usos del lenguaje( pedir, regular,
interaccionar)
- Mejorar nuestras actitudes y habilidades que favorezcan la comunicación.
- Retomamos la PRESENTACIÓN de los padres nuevos que se incorporan al grupo y resumimos brevemente los contenidos que se abordaron en la pasada sesión.
- Comenzamos analizando unas frases, que aunque descontextualizadas, nos ayudan a reflexionar sobre la siguiente cuestión:
¿Qué transmitimos los padres con los siguientes mensajes?
* "Deja la cuchara, está visto que si no te lo doy yo no sabes comer."
Estamos transmitiendo que tenemos bajas expectativas con respecto a las capacidades de nuestros hijos. No les estamos ayudando.
* "Estoy muy cansada, que coma cuando quiera. No hay que estar siempre encima."
Es una respuesta arbitraria de la madre que depende de su estado de ánimo. Si no motivamos hacia el aprendizaje y la superación de pequeños retos, podemos provocar que nuestros hijos se sientan desamparados porque no tienen claro dónde están los límites. No obstante, consideramos importante que los niños tengan su espacio, que lo intenten por si mismos, dejarles autonomía.
* "Entiendo que estés triste porque se ha manchado tu dibujo. Ahora lo arreglamos entre las dos."
Transmite amor, ayuda, confianza. Se pone en el lugar del niño y comprende sus emociones.
* "No va a la excursión. Es pequeño, ya tendrá tiempo de salir".
La madre se muestra sobreprotectora. Debemos cuidar estas actitudes que no favorecen el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos.
* "¡Muy bien, ya eres capaz de ponerte el abrigo solo!".
Estamos motivando, animándole a confiar en sus posibilidades y favoreciendo su autonomía.
* "!Quiero ver la tele¡. Anda, y hártate de tele".
Mostramos nuestro cansancio. Está aprendiendo de forma errónea, la manera de conseguir lo que desea. Manifestamos impotencia.
- REFLEXIÓN: Es cierto que, en ocasiones, nos hemos visto reflejados en alguna de las situaciones anteriores. Lo interesante de esta dinámica es ser conscientes de cómo actuamos, qué mensajes transmitimos y la reacción que estamos provocando en nuestros hijos.
- En la comunicación diaria, los padres estamos ofreciendo modelos. Es importante que nos paremos a observar cuáles son las necesidades del niño y cuál es la mejor respuesta por nuestra parte.
Por ejemplo, ante una RABIETA, ¿dónde nos situamos? No existe una respuesta ideal, debemos ajustarnos a cada momento pero, sí es importante:
1. - Observar e interpretar cómo hemos llegado hasta esa situación. ¿por qué reacciona así?¿Qué me está queriendo transmitir?. A veces, hacemos interpretaciones poco ajustadas. La rabieta puede ser una forma de autoafirmación o la manifestación de su frustración por no poder hacerse entender.
2. - Poner nombre a las emociones. Ponernos en su lugar, que vea que le comprendemos para reconducirlo posteriormente.
2. - Poner nombre a las emociones. Ponernos en su lugar, que vea que le comprendemos para reconducirlo posteriormente.
3. - Si no se tranquiliza, alejarnos un poco, separarnos y darle tiempo. A veces, necesitan que les pongamos límites. Retiramos atención para que aprendan que respondemos cuando actúan de otra manera ("Cálmate y cuando estés tranquilo, hablamos").
4. - Muchas veces, un abrazo le calma y le ayuda a salir de la situación. Se serena y después podremos hablar con él, nos podrá decir qué le pasa.
5. - Posteriormente, le explicamos lo que queremos que haga o aprenda o lo que no puede hacer y le ofrecemos una alternativa que consideremos adecuada ("Ya no puedes seguir viendo la televisión pero puedes buscar otro juguete para jugar un rato más").
6. - Ser conscientes de que para abordar estas situaciones es necesario estar tranquilos. Cuando nos resulte difícil podemos dar paso a nuestra pareja para que intervenga de manera más serena.
5. - Posteriormente, le explicamos lo que queremos que haga o aprenda o lo que no puede hacer y le ofrecemos una alternativa que consideremos adecuada ("Ya no puedes seguir viendo la televisión pero puedes buscar otro juguete para jugar un rato más").
6. - Ser conscientes de que para abordar estas situaciones es necesario estar tranquilos. Cuando nos resulte difícil podemos dar paso a nuestra pareja para que intervenga de manera más serena.
- Como ya os comentamos, si necesitáis una información más completa con respecto a las rabietas, podéis consultar el siguiente documento:
- Nuestro objetivo no es sólo resolver una situación puntual, sino que, debemos plantearnos qué le estoy enseñando a mi hijo con la respuesta que le estoy dando. No sólo debemos controlar una conducta, debemos enseñarle a regularse a nivel emocional, expresar su malestar de manera correcta y confiar en nosotros para ello.
- Desde bebés, nuestros hijos ya están comunicándonos, a su manera, su malestar, sus deseos, sus necesidades y nosotros les estamos ayudando a regularse. Hasta que el niño no evoluciona y es capaz de comunicarse ( bien a través del lenguaje o por otros medios), de escuchar y entender lo que le decimos, de ponerse en el lugar del otro, de posponer su deseo inmediato... no será capaz de conseguirlo por si mismo. Por eso nosotros debemos ayudarle en este proceso de regulación de sus emociones.
- Continuamos la sesión con otra dinámica. Nos reunimos por grupos y estudiamos unas viñetas (extraídas del libro: "Hablando nos entendemos los dos de Ayala Manolson"), intentando analizar el estilo comunicativo del adulto y qué y cómo se comunica el niño.
- Después de la puesta en común (reflejada en el power anterior) surge otra cuestión: Cuando los niños presentan dificultades, los padres sentimos que no somos espontáneos con ellos. Estamos continuamente estimulando. ¿Hasta dónde tenemos que estimular?
- Teniendo en cuenta que debemos equilibrar momentos de enseñanza y momentos de disfrute, no podemos esperar a que el niño realice los aprendizajes por sí mismo, tenemos que prestarle los apoyos necesarios y en el momentos que veamos que lo ha adquirido, relajarnos y dejarle que tome la iniciativa.
- Como no ha dado tiempo hoy, en la próxima sesión abordaremos la segunda parte de la dinámica: ¿Qué y cómo se comunica el niño? Las funciones del lenguaje.
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